Sería una buena ídea leer la entrada escuchando la canción (yo la escribí así):
Diez días después de la boda de Verónica y Miguel Ángel, y mientras escucho a Stacey Kent (una recomendación de Spotify por haber escuchado a Diana Krall), me he decidido a escribir este post. ¿Autobombo?. Quizá. Pero no todos los días hacemos el vídeo y las fotografías de boda de un torero (Miguel Ángel Perera) con la hija de un torero (Verónica, hija de Pedro Gutierrez “El Capea”) en la que “literalmente” tienes que luchar contra los fotógrafos de las revistas del corazón. Y el esfuerzo bien merece este pequeño post.
Sabíamos que no iba a ser fácil. No por la pareja, que son personas encantadoras, y cercanas… alejadísimas de lo que podríamos imaginar viendo la luz de los «focos» que le rodean a cada paso que dan (un buen ejemplo sería la atención con la que Miguel atendió a algunos aficionados que les saludaban mientras hacíamos algunas fotografías cerca del Puente Romano). La tarde que compartimos con ellos en la prepoda (en la finca del padre de la novia cerca de Salamanca) no pudo salir mejor. Buen tiempo. Buena luz. Ambiente agradable. Risas. Anécdotas: no sé cuantas veces he contado ya, y contaré, cuando casi se nos arrancó un toro contra el coche. Se frenó a dos metros cuando venía directo hacia mi puerta (según Miguel Ángel a diez metros, según mi impresión a un metro… así que saco la media)… menos mal que Verónica, que iba en otro coche, se le ocurrió tocar el claxon. Aún sudo pensando en ello.
El día de la boda… una experiencia!!. La verdad es que como os decía antes, viendo cómo son la pareja (tan cercanos), no esperábamos encontrarnos con el follón que había a la entrada de la Catedral Vieja de Salamanca. Cientos de fotógrafos, y curiosos buscando la fotografía o el autógrafo de algún famoso: Francisco Rivera, El Juli, Los del Rio, Vicky Martín Berrocal (diseñadora del vestido de la novia), Enrique Ponce y Paloma Cuevas (elegantísima)…
De la ceremonia tenemos imágenes preciosas porque los novios, a pesar de la gran boda que era (550 invitados), estaban como en una burbuja: no dejaban de mirarse, sonreir, decirse cosas al oído… Y eso es lo que nos gusta. Eso es lo que buscamos: sentimiento, emoción, espontaneidad… Todos los detalles, los adornos, las flores, el coro pueden estar preparados al detalle… pero sin sentimiento no hay emoción. Si tuviera que quedarme con un momento, con una imagen. Sería con la entrada de los novios en el comedor del Hotel Doña Brigida. A un lado Juan Peña entonando la canción favorita de la pareja: «No me lo creo«, y al otro lado los novios caminando hacia él. Para mí fue algo único. Cómo puede puede existir un momento tan íntimo (MÁGICO) rodeado de cientos de personas, y un motón de fotógrafos?!. Pues así fue. Las miradas entre Miguel y Verónica…. para recordar.
Para nosotros es un orgullo que una pareja que aparece en la portada del «¡Hola!» nos haya elegido para ser los responsables de guardar sus recuerdos en un día tan importante a través de nuestro vídeo y fotografías. Un orgullo aparecer en el blog «Entre toros y caballos» de Marta González. Y un orgullo formar parte de este equipo: mi mujer Zuza, mi hermano de sangre Luis F. Lorenzo, y mis hermanos de corazón Emilio y Chema!!!. Con vosotros al fin del mundo!!!
