A veces la vida, las casualidades, te ponen delante a personas como Antonio y como Sara.
Antonio y Sara son especiales. Son únicos. Y en esa singularidad tan específica, sorprendentemente, les complementa.
Antonio es artista. Todo aquello que se os pueda venir a la cabeza sobre los estereotipos de un artista… así es Antonio. Sensible, despistado, emocional, creativo… raro (si entendemos como raro a aquello que se sale de lo “estándar”). Mis mejores amigos siempre son y han sido raros. Yo mismo lo soy. Claro, para mi no es malo, es bueno.
Sara es lo contrario. Es química. Científica. Nada que ver con el mundo del arte de Antonio, aunque tampoco es la típica persona de ciencia. No lo es. Me río al recordar algunas de las historias de su convivencia con compañeros de profesión y como ella es un bicho raro dentro de ella. No para. Es un culo inquieto. “Rata de lagartija” que diría mi abuela.
Y con todo ello, no me digáis cómo, han llegado a un punto de equilibrio. Un punto en el que se encuentran y se complementan.
Y tengo suerte por haberlos conocido, suerte por conocerlos y seguir compartiendo con ellos un montón de cosas. Como cuando el pasado verano Antonio me llamó para que hiciera un video sobre su último trabajo como ilustrador en un libro infantil para USA «The Tortoise and Harriet». Antonio es un dibujante, ilustrador, diseñador, street artist más conocido como Dulk … dibujar es lo suyo… y las paellas (nunca, nunca, nuca podré olvidar la paella que nos hizo estando en su casa en Valencia… Todas las que he comido y comeré después de aquella, no tendrán comparación con la suya… estoy seguro).
Como decía al principio, la suerte los puso en mi camino. Buscando en google dieron con la olvidada web de top20 videografos de boda de España (creo que ya no existe porque no he sido capaz de encontrarla) en la que estaba yo. Y Sara lloró, lloró con mis videos, y Antonio pensó, si ha llorado Sara tienen que ser ellos los que hagan nuestro video de boda. Y la casualidad hizo que después descubrieran que les habíamos hecho el video de boda a su prima Bea y a Nacho (con los que conservamos una grandísima amistad desde entonces).
Todos conservamos muy buenos recuerdos de nuestros días en Valencia y en Ontinyent. Habitualmente, las prebodas las hacemos semanas antes de la boda, pero con Sara y Antonio hablamos de ir a Valencia la misma semana. Y allí que nos presentamos tres días antes. Y durante esos días no nos separamos de ellos. Nos enseñaron la ciudad, el Cabanyal (donde viven), la playa de El Saler, Casa Montaña… y las delicias del herbero, las clotxines y la paella… Qué paella Antonio!!, ¿te lo he dicho ya?. Lo vivimos como una especie de Gran Hermano que nos sirvió para conocernos muy bien, para compartir muchas emociones y muchos momentos que no podremos olvidar ninguno.