Amo la imagen y adoro el cine. Siempre he querido dirigir una peli aunque de momento me conformo con varios cortos y la participación en “Isi Disi”, “School Killer” y “Octavia”.
Licenciado en Comunicación Audiovisual, me gusta viajar y conocer gente, charlar y preguntar, los yogures, la vida sana, el baloncesto, Queen y cocinar, que me relaja.
Minucioso y perfeccionista, también soy friolero y persigo la felicidad. Me gusta hacer felices a los demás y dicen que, de tan normal, soy raro. Estoy convencido de que todo es más sencillo de lo que parece y de que la empatía debería mover el mundo.
A una isla desierta me llevaría a la familia, una tele y crema protectora, claro.
De primeras parezco serio, introvertido y hasta distante pero enseguida me desnudo y me muestro tal y como soy, aunque es posible que conozca mejor a mis fotografías que a mí mismo. Amante del rock, hablo por los codos y no dejo de fijarme en las cosas.
Ni recuerdo la primera vez que cogí una cámara aunque colecciono todas las que he usado y alguna más. Mis fotos hablan de amistad, de lealtad, de encuentros y de risas, de esfuerzo y sacrificio, de pasión… como la que ponen Dire Straits y Pink Floyd, sobre el escenario. Acertaste, sí, son mis grupos favoritos.
Aunque la lista es interminable, algunos de mis referentes fotográficos son Juan Manuel Castro Prieto, Alberto Schommer y Fer Juaristi.
Hace muchos años que decidí pasar el resto de mi vida escondido tras una cámara y disfruto enseñando los secretos de la fotografía, como hice con Carlos, mi hermano.
Llegué a España desde México por amor y aquí eché raíces.
Alterno mi trabajo en películas como “Musarañas”, “Savage Grace” u “Octavia” (donde conocí a Carlos), y series de televisión como “Velvet”, “Cuerpo de elite” o “Manos a la obra”.
De naturaleza callada, prefiero escuchar y siempre tengo algo que contar. Me encanta la tecnología, el cine y el deporte. Optimista y sonriente, no soy nadie sin mi Thermomix.
En cada producción coloco más micrófonos que en la anterior porque no me gusta perderme ni un solo detalle. Y, ojo, siempre tengo la impresión de que podría haber colocado alguno más.
Burgalesa y benjamina del equipo, estudié iluminación e imagen en Salamanca, donde conocí a Carlos. La necesidad de captar todo aquello que llama mi atención me viene desde pequeña, cuando acompañaba a mi padre, que no se separaba de su cámara colgada del cuello.
Apasionada de los gatos y la lasaña (sí, como Garfield), no encuentro mejor plan que una buena serie, un peliculón -y si es de Tarantino, Almodóvar o Cuarón ya, ni te cuento- o un buen festival. Tranquila y alegre, no entiendo la vida sin una buena sonrisa, Extremoduro y Amy Winehouse.
Soy fotógrafo especializado, entre otras cosas, en fotografía documental y de bodas. Por formación y devoción soy fotoperiodista, aunque la fotografía de la naturaleza, deportiva o de producto me cautivan de un modo muy parecido.
Desde mis tiempos de estudiante de Filología, Historia del Teatro y Cine y, posteriormente, Telecomunicaciones e Informática siempre he tenido relación con el mundo de la imagen. La fotografía pasó de pasión a profesión de una forma natural y, hoy por hoy, sigo enamorado de ella.
De esos pocos optimistas por naturaleza que quedan en este mundo loco, todavía creo en el amor, en un futuro mejor y en que todo tiene solución si nos esforzamos lo suficiente.
Siempre he pensado que las fotos que más nos gustan son aquellas que nos ‘roban’; me gusta dejar que las cosas sucedan por sí mismas, y así conocí a Carlos. ¿Quién iba a pensar que un gallego y un salmantino podrían hacerse colegas en Trebujena? Pues así fue la cosa durante un curso impartido por uno de nuestros referentes en el mundo de los vídeos de boda, el grandérrimo Ricardo Grajeda.
La última en llegar al equipo, también soy charrita y quizá eso sea lo más común de mi vida porque a mi especialidad en Caracterización y Estética Superior sumo mi formación en tanatoestética (os habéis quedado muertos, ¿verdad?).
Enemiga de la playa, me encanta conocer sitios, ir de terraceo y juntarme con los amigos.
También me gusta la tranquilidad de mi casa con mis perros mientras navego por redes sociales y publicaciones de las distintas cuentas de maquillaje que sigo o viendo algo de Netflix, que me tiene enganchada.
Trabajé con Carlos en Allegro un corto chulísimo que hicimos para Turismo de Salamanca y nos entendimos a la perfección. Intento sentirme valorada, cómoda y orgullosa de cada trabajo que hago y, a su lado, siempre tengo esa sensación.
Aragonesa de pura cepa, persistente y soñadora, soy amante de los detalles y la armonía. Todo es posible. Si no se puede ahora, se podrá más tarde. Libra de manual.
Me gusta el silencio y las carcajadas, la naturaleza y hablar hasta con las piedras. Mis ‘leones’ son mi brújula aunque de vez en cuando me encanta perderme.
Me gusta patinar, nadar, las pelis de superheroes, el jazz, rock, la clásica, pop, el bailar hasta caer rendida y las historias que me dejan sonriendo.
Canto todos los días porque me limpia el espíritu y cargo pilas subiendo al Pirineo. Quizá cantaba el día que conocí a Carlos en la Facultad de Comunicación, donde estudiamos juntos, porque al principio no nos hicimos mucho caso. Años después, en una reunión de antiguos compañeros, retomamos el contacto (sin canciones de por medio)… y hasta ahora.
Embajador de Gijón en la ciudad más bonita del mundo, no echo de menos la playa pero sí a un montón de personas que me he ido cruzando en mi carrera profesional. De muchas de ellas aprendí a escribir con cierto gancho y a corregir textos hasta rozar lo enfermizo. Cursi unas veces, repipi otras, intento que lo que escribo me defina aunque mi apolínea apariencia se empeña en contradecirme.
Digamos que conocí a Carlos en Vietnam. Bajo un intenso bombardeo a las afueras de Saigón supe que era un tipo que merece la pena cuando empezó a hablarme de cine bélico mientras silbaban las balas. Minucioso, como él, intento trasladar a la palabra esa magia que solamente a Carlos le he visto lograr grabando y montando después.
SARA MEDINA
COMPOSICIÓN Y ASESORAMIENTO MUSICAL
Nómada establecida en mi nube. Charra de nacimiento y chulapa de corazón.
Violinista que canta, silba y crea.
Ecléctica, disfruto de todo lo bueno de cada casa. Ave fénix, siempre volando y resurgiendo alto. Siempre intentando agradar.
Igual te bailo al son cubano que te toco a lo barroco, te canto a lo vintage o te llevo a un concierto de rock.
Amo el amor, las fiestas, las risas, la lealtad, las cosas bien hechas y la sencillez -creo que por eso me gusta Carlos, al que conocí hace muchos años trabajando de modelo para su hermano Luis.-.
Adoro capturar recuerdos y fascinarme ante un cielo caprichoso o una perspectiva cuadriculada.
Me gusta el queso y las aceitunas con anchoa aunque soy más de dulce porque de lo que se come se cría.
Ser sirena y montañera aventurera son mis deportes favoritos.
Comencé a los cuatro años en el mundo de la música. Estudié en la Escuela Sirinx, en el Conservatorio Profesional de Música de Salamanca y en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid.
Mientras tanto, siempre trabajando con música y junto a Emile; mi violín y mi mejor amigo.
Siempre mirando por el rectángulo que forman mis dedos índices y pulgar, soy un enamorado del arte en general y del cine y la fotografía en particular. Esa obsesión por crear mundos me llevó a licenciarme por la Escuela de Cine (ECAM) convirtiéndome así en Director de Arte y Escenógrafo. Reconocidos profesionales como Félix Murcia, Antón Laguna, Salvador Parra o el desaparecido Rafael Palmero fueron mis maestros.
He trabajado en producciones nacionales (‘Horas de luz’, ‘Manolete’, ‘Mortadelo y Filemón’…) e internacionales como ‘Asterix y Obelix’, además de en numerosos trabajos en publicidad, montajes teatrales o en televisión, donde fui parte del ‘1, 2, 3 a leer esta vez’.
Minucioso, perfeccionista, crítico y vehemente, llevo un niño dentro que me equilibra y creo que pensar en los demás y la tolerancia harían de este mundo un lugar aún más apasionante.
Me gustan los días de lluvia, charlar hasta la madrugada, la buena gente, Los Suaves y John Williams, Howard Hawks y Pepe Isbert, Machado y Altarriba, Sudek y Turner… aunque lo que de verdad me chifla es estar rodeado de la familia y ver crecer a mis pequeños alegres y con inquietudes. Necesito muy poco para ser feliz. Me basta con mi gente, un buen libro o una pantalla.
Otro enamorado del audiovisual. Escribo, grabo, dirijo y hago el pino puente. Estudié Comunicación Audiovisual en Salamanca con Carlos. Con el título recién estrenado trabajamos juntos en varios proyectos cinematográficos como, por ejemplo, “Octavia”.
Además de trabajar en televisión y para diferentes marcas conocidas, desarrollo proyectos personales como «942 Dakar, Historia de una Familia» o «De viaje con Tina», una serie web para público infantil.
Aunque amo el plano desenfocado, lo uso con mesura y elegancia. Para mi es muy importante, siempre, dignificar al personaje y que las dificultades del rodaje no se reflejen en la producción.
Serio, del norte, con vena canalla, capaz de improvisar pero amigo del orden, me gusta cocinar mezclando muchos ingredientes y me tiro a la piscina sin pensarlo a la hora de proponer ideas.
El amor (por Carlos) me trajo a España desde Polonia. Después de un montón de años aquí, ya soy mitad polaca, mitad española. Tengo lo mejor de ambos países.
Perfeccionista, responsable y constante, en los momentos de caos y desorden pongo el sentido común y los meto a todos en vereda. Organizo, llevo el control y, como al resto del equipo, suelo estar muy atenta a los detalles. Dicen que observo desde la distancia, y aporto otro punto de vista detrás de la cámara.
Me encanta leer, el otoño y disfrutar de una manta y una taza de té junto al fuego. Me pirra Mika y las películas en versión original.
