Ayer estuvimos grabando nuestra última preboda del año junto al fotógrafo Luis F. Lorenzo. Sí, sí, en diciembre también se casa gente. Pasamos la tarde recorriendo las calles en Villardondiego (Zamora), junto a Toro. Y la verdad, a pesar del frío, lo pasamos muy bien porque estos chicos son extraordinarios, no paraban de reir y nos trataron como si fueramos de la familia (aprovechamos que son de Valladolid para que nos trajeran unas galletas de avena de IKEA, que están buenísimas). Y para ellos la familia es importantísima, por eso ayer fuimos hasta este pueblo de Zamora. En la bodega del abuelo de la novia les habían preparado una merienda a la que estaban invitados todos sus familiares. Nos encantan las prebodas porque nos sirven para conocernos mucho mejor. Pero si además es rural, en la naturaleza, y hacemos cosas diferentes que nos sirven para contar cómo son los novios a través de nuestras imágenes, pues mucho mejor.
Villardondiego es el típico pueblo castellano, e intentamos sacarle el máximo partido a puertas y paredes de todos los colores y texturas. E incluso a los zapatos y calcetines del novio… jejeje.
Al terminar, el novio, que tiene una pequeña bodega de vino Quínola nos regaló unas botellitas de su cosecha. Estamos deseando probarlo. La resentación es inmejorable.
Estamos orgullosos de trabajar con parejas como ellos, o como con Mariola y Alex que durante su viaje de novios por Australia tuvieron un rato para acordarse de nosotros y traernos otro regalito de los que nos gustan (Migthty beanz de Star Wars).
Gracias chicos!!
